El pequeño pueblo de Perast asomado a la bahía de Kotor es uno de los puntos más visitados de Montenegro, y su simple pero bien conservado casco histórico guarda la esencia de las antiguas villas marineras venecianas.
Parece que poblaciones neolíticas ya habitaron Perast (como demuestran los yacimientos de Spila y Tamnica) antes de la tribu de los Ilirios y la Reina Teuta, y que los romanos bajo el mandato del emperador Diocleciano fortificaron la cercana isla de San Jorge; pero fue en los siglos XVII y XVIII cuando vivió su época más floreciente, durante la dominación veneciana que fue desde 1420 a 1797. Durante este periodo, lo que había sido una pequeña población de pescadores bajo el control de Kotor, se desarrolló como ciudad fronteriza frente al dominio que los turcos tenían en la cercana Risan y Herceg Novi. Le fueron otorgados privilegios a las familias que se asentaron en Perast, ya famosas como guerreros, capitanes de la marina veneciana y comerciantes, como prerrogativa por la oposición y riesgo que suponía la presencia de los otomanos; siendo la razón por la que en su pendón lucieran la cruz de San Marcos que otorgaban los venecianos.
Posteriormente, la dominación francesa durante la expansión napoleónica y bajo el Imperio austrohúngaro significó el rápido declive de Perast frente a otras poblaciones de la bahía de Kotor.
En 1979 un terremoto daño varios edificios de Perast, que gracias a la ayuda desinteresada de norteamericanos de origen montenegrino, permitió que fuesen rehabilitados. Hoy en día, gracias a la recuperación de sus palacios e iglesias, Perast luce reluciente su arquitectura barroca, una de las más hermosas del Adriático.
Qué ver en Perast
El número de antiguos palacios y de iglesias de Perast abruma, que acompañados por las diez torres de vigilancia y por el muro defensivo de las dos islas fortificadas constituía el núcleo medieval que protegía a la población local de las incursiones otomanas.
Los palacios nobles de Perast reflejan el poder económico de las familias (llamadas Casadas), que especialmente en los siglos XVII y XVIII compitieron por ensalzar la belleza de sus moradas, aplicado la mejor oramentación barroca de la época. Se contabilizan 19, entre los que destacan los palacios Sestokrilovic; Lucic – Kolovic – Matikola, Bujovic, Bronza (que en el XIX albergó la aduna), Balovic, Vukasovic – Kolovic, Brajkovic – Martinovic, Smekja, Viskovic, Mazarovic y Zmajevic.
Otro de los reflejos de la importancia económica de Perast fueron las iglesias, entre las que por encima de todas sobresale la de San Nicolás, iglesia inacabada que siguió el diseño del arquitecto Giuseppe Beati, célebre por su estilo románico – veneciano, una variante barroca muy difundida en el siglo XVII. La ejecución fue obra de Ivan Scarpe, logrando un templo de gran altura (55 metros de altura) que hoy apreciamos en la plaza principal de Perast.
Varias iglesias a mencionar son la de Nuestra señora del Rosario con su campanario octogonal (1687) junto al palacio del arzobispo Andrija Zmajevic; la iglesia de San Marcos, de 1760 y de fachada ricamente decorada, el Monasterio e iglesia de San Antonio, cerca de la fortaleza de la familia Mazarovic y sede de los franciscanos que llegaron en el siglo XVII; o las iglesia de San Juan Bautista y Santa Ana, además de la Iglesia ortodoxa de la Natividad de la Virgen (1757), de estilo bizantino.
Los otros dos espacios religiosos de Perast son insulares, la iglesia de Gospa od Škrpjela, Nuestra Señora de las Rocas y el monasterio de San Jorge (no visitable).
El Museo de Perast, ubicado en el Palacio Bujovic , incluye las donaciones particulares de los descendientes de las familias nobles y escudo acuñado de la villa medieval. De esta manera se ha recuperado un patrimonio que atestigua , exhibiendo armas, cuadros, documentos y archivos históricos de la ciudad desde 1441.
También la iglesia de la isla de Gospa od Škrpjela acoge un pequeño pero denso museo (por la cantidad de objetos en tan poco espacio) con material histórico de diversa índole. Del mismo modo, la iglesia de San Nicolás exhibe objetos de arte sacro y religiosos, como cálices, iconos barrocos y cruces de madera.
En lo alto de Perast, sobre la colina de San Elías, dominando el golfo se alzó durante siglos el castillo de Sv. Kriza, junto a una vieja iglesia del siglo IX, de la que tomo nombre el castillo. El blasón de una de las familias oriundas de Perast lucía la cruz y el león veneciano de San Marcos., y también s eha relacionado con una bandera serbia del Medievo. La datación, o al menos los primeros testimonios fijan su construcción en 1570 siendo ampliado en 1624, y su labor esencial era resistir el constante asedio de las tropas otomanas, siendo importante su papel al parecer en el ataque del 15 de mayo de 1654. Ocupado y utilizado por franceses primero y por austrohúngaros después, en 1911 fue abandonado. Acompañando al castillo se levantaron varias torres, conocidas como“cardaks” o «cardaci» para sustentar el entramado defensivo, como la existencia de la torre Matosevic (la única de las siete) atestigua.
Dos son las fiestas o eventos a tener en cuenta en Perast, la Fasinada, y a celebración de la defensa heroica de la gente de Perast el 15 de mayo de 1564 frente a las tropas turcas.
La Fasinada recuerda la formación de la isla de Gospa od Škrpjela, frente a Perast, y que hoy acoge la Iglesia de Nuestra Señora de las Rocas. De hecho la iglesia se asienta sobre una isla artificial creada a base de depositar rocas en el fondo del mar. La leyenda cuenta que dos marineros encontraron en 1452 una pintura de la virgen sobre el peñasco que sobresalía del mar y en su honor fueron lanzando rocas hasta formar la isla, e incluso los viejos botes se hundían para hacer más consistente el fondo. La tradición de la Fašinada se perpetua con los barcos de Perast que el 22 de julio, llegan cargados de rocas hasta la isla, donde lanzan las piedras para contribuir a que la isla soporte el peso de la iglesia. La fiesta se ameniza con música folclórica local y bailes, como un símbolo de la solidaridad de Perast, y de ejemplo de esfuerzo conjunto.
De forma paralela a la Fasinada se celebra el mismo día la Regata, en la que embarcaciones a vela de la toda la bahía de Boka participan en distintas categorías por un trofeo en la que el premio real es el orgullo de haber pasado la imaginaria meta situada entre las dos islas frente a Perast.
La segunda fiesta en importancia en Perast es la conmemoración de la victoria contra las fuerzas turcas, en 1654. El 15 de mayo de cada año se representa el tiro al «enemigo» que en realidad lo interpreta un gallo, al que se simula que se dispara con un rifle de aire. El ganador recibe un bordado con las fechas de la batalla y debe invitar al resto de la ciudad a un barril de vino.
En Agosto por última se festeja el Festival de Klape, es decir de músicos a capella que llegan de muchos puntos del Mediterráneo.
No olvides disfrutar de la especialidad gastronómica de Perast, los bobi, dulces típicos de la época del Carnaval y sobre cuya receta no sueltan prenda los locales.
Mapa de Perast