La bahía de Kotor, también conocida como Boka Kotorska (Boca Bay) es una de las singularidades geográficas más bellas de Montenegro. Denominado como el fiordo más meridional de Europa, la Bahía de Boka es de hecho un antiguo cañón sumergido, erosionado por el río Bokelj, protegido por las altas montañas de los Alpes Dináricos (Orjen al oeste, y Lovcen al este) que ocultan desde el mar la afable bahía Patrimonio de la Humanidad.
El clima de la bahía resulta benigno en invierno, protegido del frío que azota el interior de Montenegro, gracias a la barrera montañosa que la rodea, y que propicia que fauna como palmeras, agaves, mimosas o hierbas medicinales puedan sobrevivir en los meses invernales para florecer en primavera.
Lugar de interés estratégico de primer orden durante la dominación veneciana del Adríatico, la Bahía de Kotor servía de refugio en caso de temporal y de ataques otomanos. Esto no pasó desapercibido para Imperio Austrohúngaro que tenía aquí su base naval más importante, reaprovechada por Tito durante la época Yugoslava.
Qué ver en Kotor.
Los lugares de interés más importantes son las poblaciones de Herceg Novi, Risan, Perast, Kotor y Tivat, cada una con sus atractivos que van desde la arquitectura mixta oriental y bizantina de Herceg Novi, pasando por los mosaicos de la casa patricia de época romana de Risan; a la ciudad amurallada de Kotor, bastión defensivo ante las incursiones otomanas, o a Tivat, que con su aeropuerto se ha convertido en la principal entrada aérea de Montenegro, dando lugar a Porto Montenegro, un puerto de amarre de yates de lujo sin parangón en el Mediterráneo, y que ya está muy consolidado dentro del turismo naútico. Por otro lado, el turismo religioso también atrae muchos creyentes, peregrinos o amantes del arte que acuden a concoer alguna de las más de 300 iglesias, templos y ermitas católicas y ortodoxas, diseminadas por toda la bahía.
El buen clima de la bahía de Kotor, con un número de días soleados que abruma a otras zonas del Adriático ha intensificado la fama de la costa montenegrina.
Si bien la extensión entre la entrada de la bahía y el punto interior más alejado apenas llega a los 28 km, la costa serpentea a lo largo de más de 100 km, lo que hace que rodearla en coche sea algo tedioso. Para solventar parte del trazado existe una barcaza en Kamenari que cruza al otro extremo en el estrecho de Verige (el punto más angosto de la bahía, con 340 metros), ahorrando parte de la vuelta costera.
Excursiones por la Bahía de Kotor
Una de las mejores formas de ver la inmensidad de la bahía de Kotor es desde el mar, disfrutando de una excursión en barco, que recorre otros puntos interesantes como la isla de Nuestra Señora de las Rocas, la Isla de Mamula o la Cueva Azul.